Mi pueblo tiene muchas cosas de pueblo: iglesia, ayuntamiento, plaza, arroyo... Además también tiene un montón de cosas más que no todos los pueblos tienen: piscina, velódromo, campo de fútbol, bodegas, plaza de toros, residencia, biblioteca, campo de aviación... Todo eso con poco más de 1000 habitantes, ahí queda eso. Pero lo que más tiene de pueblo pueblo (pero pueblo de los de toda la vida, que quede claro) son tierras. No sabría establecer un porcentaje de los que se dedican a la agricultura pero son muchos. En un lado de mi pueblo hay tierras de secano y al otro de regadío. Muy completo mi pueblo :D
En mi casa no ha habido mucha historia de tierras. Sin embargo, desde hace pocos años mi yayo se ha aficionado a pasar los ratos cuidando el huerto, una tierra pequeñita donde cabe de todo. Tomates, lechugas, pepinos, pimientos, zanahorias, patatas, judías, sandías, calabazas, cebollas, puerros... Seguro que algo se me olvida.
Da para tomar y regalar y para ahorrar bastante en la compra de hortalizas en el súper. A estas alturas del año las cosas empiezan a tomar forma. Ya he comido tomates, lechugas y calabacines del huerto. Todavía las sandías son pequeñitas y ya tengo ganas de comer algún melón o una tortilla (que los huevos también son caseros, pero de las gallinas hablamos otro día)
Me gusta el huerto. Me gusta mi pueblo.
Esto son flores de calabaza
Precisamente este tomate lo voy a comer hoy
¡Una sandía!
Creo que esto es un brote de pimiento. No lo aseguro.
De repente pasan ovejas :)
¿A que también os ha gustado el huerto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por comentar!